Ozkar Galán: "Soy una prostituta teatral"
El dramaturgo vizcaíno Ozkar Galán habla sobre su carrera teatral
Ozkar Galán, licenciado en Dramaturgia por la RESAD y creador de más de una treintena de textos entre obras de teatro, cortometrajes y relatos varios. También ha trabajado de director y de actor para televisión, cine en pequeño formato y teatro. Ha ganado varios premios tanto en dramaturgia (I Premio Villa de Pinto de Textos teatrales, 2006. Accésit Premio SGAE de teatro, 2010) como en relatos cortos (Finalista en el VII Certamen literario "Ser Peter Pan", Ganador del I Premio "Tinta, sangre y vino", ambos en 2012). Aunque nació en Gernika y dio sus primeros pasos como dramaturgo allí, actualmente vive en San Martín de la Vega, Madrid.
P: Nació en Gernika y empezó sus obras en la zona de Urdaibai, ¿por qué se fue a Madrid?
R: Mi inicio en el mundo del teatro no fue para nada un camino de rosas. Bueno, tal vez sí que lo fue, aunque yo no hacía más que pincharme con las espinas (risas). Conseguí que algunas de mis obras fueran representadas en Gernika, en Bermeo, incluso en Bilbao, pero no recibían el apoyo que me esperaba. He de admitir que los que me apoyaban lo hacían de corazón y a día de hoy son como hermanos para mí. Sin ellos no habría podido seguir adelante. Como vi que en Bizkaia no tenía un gran apoyo decidí cambiar de aires y me fui a la capital, a Madrid.
P: Se define como una prostituta teatral, ¿por qué?
R: (risas) Porque es la mejor definición que se puede dar de mi trabajo. Venta al peso, a medida, barato y sin goma, una prostituta teatral. Letras, palabras, frases, escenas, obras… todo tiene un precio, sea el que sea. No soy un artista, no vendo arte, no creo en el arte y no creo que el arte se pueda fabricar. Soy un matemático de las letras, busco el ritmo preciso y la palabra justa, y, en el fondo, solo quiero contar una historia.

P: ¿No cree en el arte?
R: O todo es arte, o nada lo es. Yo soy de los que piensan que nada lo es. Me gusta disfrutar de lo que la gente llama arte, pero yo no le pongo esa etiqueta. ¿Una puesta de sol increíble es arte? ¿Un cuadro es arte? ¿El nacimiento de una hija lo es? Si el arte te hace sentir, todo es arte. Y si todo es arte, deja de serlo para mí.
P: ¿Qué le apasiona cuando va al teatro?
R: Me apasiona todo. Sé que es muy tópico decir eso, pero yo disfruto una obra desde que entro al teatro hasta que salgo. Entro y la sala aún está vacía, se respira tranquilidad, me siento, me acomodo y me fijo en cada detalle de lo que me rodea. Observo a la gente que entra, sus expresiones, sus miradas... Empieza la obra, veo las luces, veo las caras, veo los trajes, veo los decorados, lo veo todo. Lo veo y me encanta, me apasiona. Se termina. Llegan los aplausos, el pueblo habla, da su veredicto, le gusta. La gente empieza a salir y yo salgo el último, temblando, deseando volver a entrar.
P: ¿Cuál es la importancia del teatro en la vida de las personas?
R: Creo que el teatro es una especie de cabina de reflexión. Es una sala a la que tú vas a desconectar del mundo real, pero al mismo tiempo a pensar sobre él. Un pequeño rincón en el que alguien te cuenta un relato y tú sientes esa historia como si fuera tuya. Ni yo soy Romeo, ni conozco a Julieta, pero he tenido amores prohibidos.
P: Según su experiencia personal, qué ventajas tiene actualmente la tecnología para el arte dramático?
R: Claramente la difusión. Hoy en día si haces una buena obra y a la gente le gusta, ellos mismos se encargan de hacerte publicidad, y no con el clásico boca a boca. Un hashtag, un par de posts en Facebook, Instagram y Twitter y listo, tu obra está en las redes y más gente se interesa por lo que has hecho. Aunque es un arma de doble filo, ya que si tu obra no gusta a la gente la publicidad que te harán no es la que buscas. A mí me gusta que sea así, me gustan los públicos críticos, si les encanta lo que hago que lo griten, pero si les parece una basura que lo griten más alto. Mi trabajo es para ellos, para el mundo, si no les gusta no es bueno, es simple.
P: Si tuviera que definir en una palabra toda su vida en el teatro cuál sería?
R: Nunca se me dieron bien los resúmenes, y resumir toda una vida con una palabra es muy difícil. Si tuviese que elegir una creo que sería “más”.
P: ¿Por qué “más”?
R: Porque para nada se ha terminado. Quiero dar más, que me pidan más, que me den más. Queda un largo camino por delante y mucho por vivir todavía, así que quiero más, mucho más. El día que no pida más se habrá terminado todo. No puedo saber cuándo será, pero te puedo asegurar que queda mucho todavía. Y cuando eso pasé estaré feliz, porque si no puedo dar más y no puedo recibir más significará que ya he dado todo lo que tengo y que he visto todo lo que tenía que ver. Será un final feliz de esos que tanto gustan (risas).

SUMARIO
Ozkar Galán: "Mi trabajo es para el mundo, si no les gusta no es bueno, es simple".
"Si todo es arte, deja de serlo para mí".