Donga: "En el cine no interesa un personaje femenino gordo"

Donga, influencer y actriz

Sara Nieto, más conocida como Donga o Mrs Actimel entre sus seguidores, con solo 19 años ha pasado de ser una chica que se desahogaba subiendo vídeos a las redes sociales, a actriz en la serie Go¡azen. Famosa por visibilizar temas como la gordofobia o el feminismo de una manera sincera y natural, habla sin pelos en la lengua: "Estoy gorda, ¿y qué? No pasa nada, también estoy buenísima".

Estudiaste artes escénicas, música y danza y llegaste a la fama gracias a tus vídeos de Twitter, alcanzando más de 42.000 seguidores. ¿Qué tienes que le gusta tanto al público?

Yo creo que lo que más le puede llegar a gustar a la gente es la verdad. Básicamente hoy en día hay muy poca verdad, sobre todo en los medios de comunicación: lo maquillamos todo. Entonces llego yo y hago un vídeo en una cocina, con cero recursos, un móvil con una cámara frontal rota y digo verdad con humor.​​​

A la actriz Jennifer Lawrence le dijeron que tenía que perder peso. Estas fueron sus palabras: "Alguien me dijo que estaba gorda, que me iban a despedir si no perdía peso. Me enseñaron fotos mías prácticamente desnuda y me dijeron que las utilizara como motivación para mi dieta. Sé que no me volverá a pasar. A la que intente susurrarme la palabra `dieta´ le diré que puede irse a la mierda. ¿Qué opinas de su reacción?

Me encanta esta mujer de verdad, me parece una diosa (ríe). Yo por supuesto que mandaría a la mierda no una, ni dos, ni tres; doscientas mil veces a la gente que lo hace, porque me ha pasado. A esta chica le han dicho que no podría conseguir trabajo en el cine si estaba gorda. Y hay una parte que es totalmente real, porque en el cine no interesa un personaje femenino gordo. Al final vemos cine porque es lo que queremos ver: a nadie le interesa una historia de amor entre un gordo y una gorda, nos la suda. Pero es que tener un referente gordo en el cine es importantísimo, porque es real. ​

En tus redes sociales has recibido críticas muy duras relacionadas con tu peso. ¿Qué le dirías a todas esas personas?

¿Qué les diría? Yo creo que no les diría absolutamente nada. Después de muchos años de aguantar a personas así sé que no cambian. Lo que hay que tratar es de ayudar a los que tienen que soportar a estos personajes a quererse. Porque buscar el amor propio es muy difícil. Y cuando tú partes de quererte a ti mismo, dejas de tener odio hacia otras personas.

¿Y cómo ayudas tú a esas personas?

Básicamente les digo: “Vamos a querernos, vamos a trabajar”. Porque es un trabajo larguísimo y durísimo. Es un trabajo que te hace polvo. Pero cuando lo consigues, ves la vida de una manera muy distinta y disfrutas de todo. Por eso ayudo a la gente que quiere empezar el caminito este del amor propio, a que se le haga más fácil.

Fuiste participante del programa Bago!az, un talent show que consistía en encontrar al mejor cantante que tendrá como premio participar en la serie Go¡azen como actor, ¿cómo fue tu experiencia?

Mi experiencia en Bago!az fue horrorosa y a la vez fue maravillosa. Yo en mi casa era como “la puta ama”. Al final tú tienes todo el día a tu abuela, a tu madre, a tus amigos diciéndote que qué bien cantas, qué bien bailas, qué bien actúas… Y de repente llegas a un sitio en el que tienes que competir con gente que te da mil vueltas. Sobre todo en un programa de canto, porque yo nunca me había formado la voz. Fue horroroso porque me tenía que exponer semana tras semana, de una manera que yo me sentía ridícula, añadiéndole el factor de que soy sorda del oído izquierdo y ahí todavía no tenía el audífono. Pero fue maravilloso, aparte de porque conocí a gente increíble, porque ahí me di cuenta de que el talento sin trabajo no vale nada.

Después de Bago!az, contactaron contigo para formar parte de la serie Go¡azen, ¿cómo estás viviendo el ser actriz en la serie?

Cuando me cogieron flipé. Y eso que yo al principio no estaba contenta con el papel al que iba a optar, porque el personaje de Lore era lo contrario a mí, era el “anticristo”: tuve que quitarme los piercings, dejarme los rapados largos, cortarme las rastas, teñirme el pelo de mi color natural, taparme los tatuajes... Hasta que comprendí que esa no era yo. Entonces, estuve durante todo el verano trabajando. Y es que nadie se imagina el curro que lleva una serie. Es levantarte a las cinco de la mañana, ir aprendiéndote el guion que nos pasaban la noche anterior, grabar y acostarte a la una de la mañana. Me pasé la primera semana llorando. Entre secuencias tenían que venir a maquillarme. Fue muy duro, pero también una de las mejores experiencias de mi vida.

El cineasta Alejandro González Iñárritu dice que todas las películas se deben ver como una catarsis, como una experiencia que no permite esconder las emociones. ¿Estás de acuerdo?

Estoy totalmente de acuerdo con él. No soy fan del cine, debo decir que no veo cine. Y tiene delito porque me quiero dedicar al cine. Pero no sé ver cine, no me han educado para verlo. Hasta que no he hecho cine no me he dado cuenta de lo difícil que es. Es muy necesario sentir para ver cine, hay que emocionarse, hay que llorar… Porque si no sientes, tienes que ser un genio para poder hacer sentir. Y sobre todo en una sociedad en la que somos un poco robots: levantarse, comer, trabajar y dormir.

Y para terminar, ¿por qué crees que gusta tanto el cine?

​Porque es cómodo. Somos todos muy vagos y el hecho de no tener que movernos nos gusta. No tienes que levantarte del sofá para verlo y quizá no tengas que pagar tampoco. Y esto es como evadirse de la realidad a un mundo que nos gustaría vivir.

SUMARIOS

Donga:

"Es muy necesario sentir para ver cine, hay que emocionarse, hay que llorar..."

"El cine es evadirse de la realidad a un mundo que nos gustaría vivir"

"Tener un referente gordo en el cine es importantísimo, porque es real"